
Fuertes lluvias obligan a prevenir daños en casa

Karen F. García Y.
Economía y Negocios
Para los próximos días, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) prevé lluvias en la región Caribe, buena parte de la región Pacífica, la Orinoquia y en los alrededores de la Amazonia, y aunque siempre se relacionan con emergencias en zonas rurales y lugares de alto riesgo, es un tema que está muy cerca, en las casas y en los edificios y conjuntos.
En estos lugares, los administradores e incluso, los mismos residentes tienen la responsabilidad de estar alerta para evitar inconvenientes como inundaciones, filtraciones y hasta daños eléctricos, producto de los rayos que llegan con los aguaceros.
Al respecto, diferentes organizaciones y el Gobierno han alertado sobre la necesidad de estar más atentos a algunas recomendaciones que parecen obvias, pero que pocas veces se tienen en cuenta.
Por ejemplo, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá ha organizado varias brigadas para prevenir eventuales impactos por las lluvias. Su gerente, Germán González Reyes, reveló que un grupo de operarios está ejecutando labores de mantenimiento de sumideros, vallados, pozos y estructuras de drenaje en la ciudad, donde el desconocimiento de algunas medidas puede poner en riesgo las copropiedades.
Ante la amenaza de fuertes lluvias en abril, el directivo les sugiere a los ciudadanos que cierren el registro ubicado en el mismo sitio donde se aloja el medidor y que sitúen las materas y las plantas en lugares donde no causen encharcamientos.
González recordó que para atender posibles emergencias e inundaciones está disponible la acualínea 116, que operará gratuitamente las 24 horas del día. En la misma línea está el Ministerio de Vivienda, que recomendó no tirar papeles o residuos sólidos a los inodoros, uno de los hábitos más comunes pero que muchos siguen practicando porque no son conscientes de que al acumularse en las tuberías pueden producir inundaciones.
Al respecto, aconseja no arrojar basuras grasas, arena, material vegetal, lodos y otros componentes que perjudiquen el derrame en los sistemas de alcantarillado, algo que sucede, sobre todo, en zonas rurales, donde el Ministerio ha asumido acciones tras el suceso de Mocoa.
Secuelas eléctricas
Al impacto de las lluvias representado en inundaciones, goteras o filtraciones hay que sumarles las fallas eléctricas, que también generan emergencias en las copropiedades y que en algunos casos podrían estar relacionadas con los aguaceros.
Así lo advierte un informe de la compañía Procobre y su Programa Casa Segura, que reveló que en el 2016 la conflagración y los accidentes en los hogares fue la cuarta causa de consultas por ese tipo de urgencias en el país.
Por eso, voceros de la organización hicieron un llamado para que las familias realicen periódicamente mantenimientos, bajo la supervisión de técnicos electricistas y profesionales.
Entre las causas que permiten identificar si hay necesidad de una revisión especializada están, primero, el aumento en la carga eléctrica debido a que hoy una casa promedio tiene de 20 a 50 aparatos conectados, en contraste a hace 25 años cuando apenas eran 5. A esto hay que agregarle el problema de que muchos hogares siguen usando la misma instalación, lo cual hace que la carga también aumente.
Incluso, ante las condiciones climáticas, en algunos casos los truenos y los rayos generan fallas que perjudican estos equipos; esto, por lo tanto, puede poner en riesgo a las personas. Por eso, Procobre sugiere utilizar sistemas de protección internos, externos y de prevención.]
Al comprar lotes hay que evaluar muy bien el predio
La inversión en terrenos o lotes es una práctica que ha aumentado en el país. Por eso, quienes van a concretar algún negocio deben tener en cuenta algunas recomendaciones con el fin de evitar futuros problemas en caso de lluvias.
Por ejemplo, el gerente de la firma Bravo Finca Raíz, Alonso Bravo, considera que deben estar en una superficie alta; de esta forma, se evitan posibles inundaciones en la temporada invernal.
El análisis de la topografía del lote también es clave porque prevé menores riesgos de soportar olores desagradables; a esto hay que sumarle la necesidad de mirar con detenimiento la ubicación y la distancia a las corrientes de agua, ya sean permanentes u ocasionales, pues garantizan un mejor entorno ambiental.
Otra situación que causa problemas, aunque no es tan frecuente, es el de los lotes ubicados cerca a industrias contaminantes. Sobre el asunto, Bravo recomienda averiguar el impacto de la contaminación no permanente que se presenta en los tiempos de sequía, por ejemplo, en los predios vecinos al río Bogotá, ya que su cauce desciende y se intensifica el olor a cloaca.
“Es importante preguntar sobre el comportamiento de las aguas lluvias en los peores inviernos del sector, porque muchas veces resultan insuficientes para evacuar la escorrentía (agua sobre la superficie) en zonas donde las acciones del hombre han alterado los cauces naturales que permiten manejar estos fenómenos”, concluye.
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