¿Te imaginas un juego  en el que puedas construir una ciudad ideal? ¿Qué tal ponerse en los zapatos de un urbanista o de un arquitecto para diseñar maquetas en las que, además de las construcciones debes pensar en espacios públicos de calidad como zonas verdes, parques y plazoletas?

 

De eso se trata Antropolis, un juego de mesa para adultos desarrollado por la Defensoría del Espacio Público de Bogotá (Dadep) y la Sociedad Colombiana de Arquitectos que transforma los principios de urbanismo en una dinámica lúdica para que cualquier persona, aún sin conocimientos en el tema, pueda aprender cómo se diseña y se planea una ciudad que garantice la felicidad a sus habitantes al satisfacer correctamente sus necesidades de recreación, movilidad y esparcimiento

 

¿Cómo? Antropolis consiste en un juego de rol que puede ser jugado entre 2 y 5  jugadores a través de cinco fases con una duración aproximada de hora y media a dos horas. Allí, los participantes juegan a ser planeadores, inversionistas, promotores y clientes en los procesos de urbanización.

 

 

 

Así, en una primera fase del juego, deben comprar el suelo; en una segunda,  planear los requerimientos según la oferta y la demanda; en una tercera fase ejecutar las construcciones; en una cuarta promover sus proyectos para conseguir clientes y, finalmente, en una quinta fase,  ponerse del lado de los ciudadanos que compran dichos proyectos.

 

Pero a diferencia de otros juegos de mesa como Monopoly, por ejemplo, el objetivo de Antropolis no es ganar dinero sino lograr la satisfacción de los habitantes de la ciudad mediante la construcción de espacio público y de equipamentos para la ciudadanía. Quien gana el juego es quien logra obtener más puntos de felicidad y cultura mediante las construcciones hechas.

 

Si bien Antropolis es un herramienra disponible para todo el público, para la Defensoría del Espacio Público de Bogotá esta es una estrategia pedagógica pensada en dos públicos objetivos: los actores pertenecientes al gremio de la construcción y los estudiantes de arquitectura y de urbanismo de las diferentes universidades a nivel distrital.

 

“La idea es despertar el sentido ético y de responsabilidad social que tienen estos profesionales. Ellos son los que construyen más del 50% del espacio público en la ciudad y generan un alto impacto. En ese sentido, deben preguntarse si es más importante ganar dinero o hacer proyectos que realmente beneficien a los habitantes y les produzcan bienestar. Por lo tanto, el juego es una vía para que se hagan tal reflexión”, sostuvo Guillermo Ávila, subdirector de registro inmobiliario.

 

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El juego estará disponible al público en el Observatorio del Espacio Público de Bogotá que en asocio con Camacol, desarrollará talleres con diversas empresas constructoras. “Es una herramienta que nos permite pensar en la calidad de la ciudad que queremos y en el beneficio colectivo. Para ello, debemos construir espacios públicos atractivos que generen valor agregado, que suplan las necesidades de recreación, movilidad y libre esparcimiento de los ciudadanos”, explicó Álvaro Suárez Zúñiga, director ejecutivo de la Sociedad Colombiana de Arquitectos.

 

De acuerdo con Ávila, el reto para el 2018, es lograr que Antropolis llegue a todas las universidades que cuenten con facultades de arquitectura, urbanismo e ingeniería civil en el distrito capital y sea aprovechado por sus alumnos.

 

“El juego nos permitió realizar un diseño colectivo de ciudad, es decir, no pensar tanto en los edificios ni en las construcciones sino en el espacio público. Utilizamos una estrategia en la que generamos espacios públicos accesibles, más equitativos y seguros que a todos nos sirvieran para ganar puntos en felicidad y cultura”, afirmó Juliana Jiménez, estudiante de arquitectura de la Universidad Javeriana luego de que ella y varios de sus compañeros jugaran con Antropolis.

 

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Por su parte Diego Andrés León señaló que su estrategia en el juego fue encontrar lotes aledaños a los lugares culturales y realizar las construcciones que el juego demandaba para incrementar la felicidad de los habitantes y así ganar más puntos.

 

Lizeth Viviana Salamanca Galvis - Redactora